sábado, 8 de diciembre de 2018

No es una franquicia


No es una franquicia
ni una concesión
de una marca principal.

He abierto tienda nueva
en la zona peatonal,
donde se goza del ocio:

Espero marche el negocio;
existe mucha demanda
y hay necesidad extrema.

"Caretas y disfraces."
"Antifaces de carnaval."
"Máscaras de todo tipo."

Para el viejo y el chaval.
Para la madre y la hija.
Para el policía municipal.

Para el mozo y su compadre
que vuelven de la taberna
por la Senda del Laurel

guardando las formas mal,
escribiendo en el papel
el renglón torcido de Dios. 

Para el padre y para el hijo.
Para el amo del cortijo.
Para el peón y el caporal.

Para la amiga del alma.
Para el que vende su alma
y el que la compra o alquila.

Para el que miente.
Para el que tiene y quiere más
porque lo que tiene
le parece insuficiente.

Para el que capa la verdad
y nos la deja inservible.
Para el último testigo
que levanta falso testimonio.

Para ese que se dice amigo
y es falso como demonio.

Para el que quiere adornarse
con halos de santidad
y blanquear su virtud,
para curarse en salud,
con una capa de cal.
...
Vislumbro en el horizonte
una empresa interesante
y un futuro apasionante
en el mundo dominante.

Esperaré a que termines
de leerme y escucharme
para pulsar el botón
que activará el detonante.

La apertura es inminente.

Con mi arte y con mi oficio
y tu fondo de tunante
bajo esa pinta de santo,
obtendremos, Dios mediante,
los más pingües beneficios.

A ver que vestido de estos
sienta a tu cuerpo mejor:

Entra aquí, en el probador,
que quiero vértelo puesto.

Probarlo no cuesta un céntimo
y consta libre de impuestos.

Empieza con el de Honesto.
¡Se te ve tan elegante!
Te sienta mejor que un guante; 

pareces todo un Señor.
¿Que no te parece justo
engañar al personal?

Probemos con el de Justo,
que en verdad
hace justicia a su nombre.

No se te ve nada mal.
¡Le falta autenticidad!
Entonces...

Probemos con el de Auténtico.

Puede que haya algún otro
de calidad y prestancia superior
mas no tengo en este momento;
a la vista está que no dispongo
en el fondo de mi armario.

No es vestimenta de a diario.

Ofrecemos tallas grandes
solo para quienes dan la talla
y puedan mirar sin asombro
por encima de su hombro
más allá del bien y del mal:

Santo y Cabal. Generoso.
Cordial.
Servicial y Espiritual.
Profesor
que profesa religión.

Confesor
que confiesa que ha vivido
y que te te hace confesar
tus pecados no sentidos
como tal
o tu instinto criminal
en los bajos del cuartel, 
ante presión y amenaza
bajo el foco,
de otra vuelta de manubrio 
en la rodaja del potro.

Todos ellos y algún otro
que no te muestro
por no cansar ni agobiar
son solo un pequeño ejemplo,
un simple botón de muestra
de lo que en el taller se corta
y de lo que teje el telar.

(Punto aparte es,
pues éste no es el lugar,
lo que se cuece en la cocina
en las cazuelas del chef
y por lenguas viperinas.)

Hacemos trajes y disfraces
por encargo y a medida.

Tú nos dices lo que quieres
y a quien quieres engañar
y el motivo del engaño
y nosotros aportamos
nuestra ciencia y el tamaño
y te hacemos un apaño
con los restos que te sobran
del ajuar.

Avalan nuestro quehacer,
pundonor y calidad,
clientes que fueron nuestros
a lo largo y a lo ancho
de centurias de la Historia
de esta nuestra Humanidad:

La Máscara de Hierro.
El Guerrero del Antifaz.
El Rostro Impenetrable.

Buscadles y preguntadles
qué tal les fue.
No hacemos publicidad;
nos basta con el boca a boca.
...

También fabricamos en serie
disfraces de Bueno, baratos,
para el débil, el pequeño 
y el mas bajo,
el que nunca da la talla,
el que a menudo más falla.

Siempre es bueno y conveniente
tener alguno dispuesto
y colgado en el perchero,
bien pulido y bien planchado, 
si es factible, sin remiendos,
para los malos momentos, 
cuando la defensa sucumbe
rendida por el cansancio.

Tanta vergüenza me da
ser sincero
que prefiero refugiarme
en mi disfraz de Caballero.

Tengo uno especial para ti,
que gozas en el sufrir:
De Quejica Lastimero.

Te va como anillo al dedo.
Indignado,
tan circunspecto y callado:
para ti tengo un sayón
con un letrero bordado:

"Mi bella indignación
me reconforta"
..

Y ahora me pregunto yo:
Si todo lo pongo en venta
¿que quedará para mí en el ropero?

No se puede andar desnudo
por la vida a menos que
me adoptes como mascota.

Si te decides y lo haces
prometo ser cariñoso, atento,
zalamero y obediente
y adaptarme a tu silencios,
tus pausas y soledades.

Sólo te pido a cambio
que al declinar de la tarde
me saques un rato al parque
y me desates el lazo
que me sujeta a tu brazo,
que yo buscaré el alcorque
en que el arcornoque medra,
donde aflojar mi apretura
y hacer mis necesidades
con la oportuna premura.




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